Oración por la Iglesia

Te damos gracias, oh Padre nuestro,
por la santa viña de David, tu servidor,
que nos diste a conocer
por medio de Jesús, tu Hijo.
¡Gloria a Ti por los siglos!

Te damos gracias, oh Padre nuestro,
por la vida y el conocimiento
que nos manifestaste
por medio de Jesús, tu Hijo.
¡Gloria a Ti por los siglos!

Así como este pan que rompemos,
en otro tiempo diseminado por las colinas,
ha sido reunido para no formar más que uno,
así reúne a tu Iglesia
desde los confines de la tierra
en la unidad de tu reino.
Porque tuya es la gloria y el poder
por Jesucristo eternamente.

Te damos gracias, oh Padre santo,
por tu santo Nombre,
que hiciste morar en nuestros corazones,
y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad
que nos diste a conocer
por medio de Jesús, tu Hijo.
¡Gloria a Ti por los siglos!

Tú, Señor omnipotente
creaste todas las cosas por causa de tu Nombre
y diste a los hombres
comida y bebida para su disfrute.
Pero a nosotros nos has dado
una comida y bebida espiritual
para la vida eterna.

Ante todo te damos gracias
porque eres poderoso.
A Ti sea la gloria por los siglos.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia,
líbrala de todo mal,
hazla perfecta en tu amor,
y reúnela de los cuatro vientos,
santificada,
en el reino que Tú has preparado.
Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos.

¡Maranatha!
¡Que venga el Señor!
¡Que pase este mundo!
Hosanna al Dios de David!
¡Ven Señor Jesús!

De la Didaché, s. II